A veces las estaciones llegan sin hacer mucho ruido,
cambiando poco a poco los colores del paisaje o inundándolo todo de hojas que crujen al pisar.
Nos hemos detenido por un segundo a observar y disfrutar de lo que esta estación nos ofrece.
Aprovecharemos para trabajar sobre ella despacio, sin hacer demasiado ruido
porque muchas veces lo realmente especial
pasa desapercibido.